Qué no decir en un funeral

Por Cecilia Carlos

Para algunas personas puede ser incómodo asistir a un funeral. A veces es fácil sentirse nervioso y dar la impresión de frialdad cuando nuestras palabras tienen la intención de ser compasivas y comprensivas. Queremos expresar nuestra afinidad y nuestras condolencias, pero tenemos miedo de decir algo incorrecto.

«Entiendo» o comparar pérdidas

Incluso si has pasado por una pérdida similar, es mejor no hacer el comentario. El proceso de duelo es extremadamente personal, y cada individuo lo experimenta de manera diferente. Lo mejor que puedes hacer es centrarte en el dolor de la persona, dar el pésame y mostrar tu empatía, sin mencionar tus propias experiencias.

Mejor ofrece apoyo y compañía genuina:

Muchas veces un simple «siento mucho que estés pasando por esto», «te quiero», o «estoy aquí para ti» es el mejor pésame que podemos ofrecer.

Comenzar una frase con «Bueno, al menos…» –

Aunque podríamos estar tentados a decir algo como «Bueno, al menos todavía tienes a tus otros dos hijos», o «Al menos la muerte no fue repentina», recuerda que es probable que esta pérdida sea intensamente dolorosa sin importar las circunstancias. Tratar de restarle intensidad es menospreciar el proceso de su duelo y eso puede ser hiriente y mal recibido.

Mejor comparte recuerdos:

Para una persona en duelo, escuchar historias y compartir recuerdos de su ser querido puede ayudar a encontrar consuelo y permitirle avanzar en el proceso de sanación.

Ofrecer clichés simples o ciertas condolencias religiosas

Aunque puedes compartir creencias similares, es mejor evitar ofrecer condolencias como «Todo sucede por una razón» o «Está en un mejor lugar». Estas soluciones a veces pueden parecer incoherentes cuando la persona se enfrenta a un dolor tan fuerte y podría estar lidiando con la ira generada por la pérdida.

Mejor muestra tu consideración a través de acciones:

¨¿Necesitas agua? ¿Café? ¿Te traigo algo de comer?¨ o ¨¿Necesitas que le hable a alguien?¨. Aunque son acciones sencillas, son de gran ayuda ya que le brinda a la persona la oportunidad de escuchar las necesidades de su cuerpo.
A menudo, el mejor apoyo que podemos proveer no son palabras sino la generosidad de nuestra presencia.

Hazle saber a esa persona que te importa al asistir al funeral, visitarla, llamarla u ofrecer un abrazo. A veces, un toque con la mano y una mirada, o un abrazo considerado, pueden comunicar muy poderosamente en un velorio, a la vez que ofrecen consuelo.