Homenaje escrito. Honrar la vida de nuestro ser querido

Por Cecilia Carlos

Durante la ceremonia de velación en ocasiones se acostumbra pronunciar un discurso, elogio u homenaje escrito en el cual se honran las cualidades del difunto como símbolo de amor y agradecimiento, siendo así una oportunidad para rendir tributo y compartir aquello que amábamos de él o ella.

 

Sabemos que describir la vida de alguien en pocas palabras no es tarea sencilla, pues te sientes afligido y es probable que tengas poco tiempo para plasmar tus pensamientos. Sin embargo, un homenaje escrito permite honrar la memoria de tu ser querido y dar una despedida emotiva. Por ello, esperamos que esta información te permita redactar un discurso significativo que capture su esencia.

 

Puede doler escribirlo y para algunos es aún más difícil el escucharlo. Pero recuerda que eres la persona afortunada que tiene la oportunidad de aportar gran valor al resto de los asistentes. Es un honor que te han otorgado. Probablemente te eligieron por tu relación cercana con el fallecido y porque la familia confía en ti para honrar su memoria. Ayudar a decir adiós puede resultar una experiencia gratificante. 

 

Un consejo para empezar, es trazar un círculo y al centro de este escribir el nombre de la persona. Después pregúntate: ¿cuáles son sus atributos? ¿Qué es lo que más destaca de él o ella? Escríbelos alrededor del nombre de la persona. Agrupa aquellos pensamientos relacionados entre sí y piensa en anécdotas que ilustren esas cualidades. La mayoría del tiempo las personas caen en la monotonía de sólo enlistar adjetivos, pero es recomendable agregar recuerdos y momentos que representen dichos atributos.

 

Puedes incluir los poemas favoritos de tu ser querido, pasajes de libros, citas, expresiones, líneas de canciones o elementos de su preferencia, esto generalmente refleja su estilo de vida y puede servir como apoyo al iniciar o cerrar el elogio.

 

Sé honesto y opta por nombrar los aspectos positivos de su vida. Si bien todos tenemos nuestros defectos, este es un momento para decir adiós y muchas de las personas podrán encontrar paz gracias al discurso. Por ello, evita hablar de temas negativos que puedan ofender o confundir a la audiencia.

 

Si eres el único encargado de llevar a cabo el escrito, puedes pedir al resto de los familiares que te cuenten historias personales para agregarlas a tu escrito, y nutrirte de inspiración para complementar tus experiencias.

 

Algunas preguntas que pueden apoyarte a nutrir las ideas son:

 

• ¿Cómo se conocieron?
• ¿Hay algún evento humorístico o conmovedor que represente la esencia de tu ser querido?
• ¿Qué aman y admiran acerca del fallecido?
• ¿Qué es lo que más extrañarás de él o ella?

 

Recuerda que además de ser un homenaje, un elogio debe transmitir los sentimientos y experiencias de la persona que lo hace. Algunos de los pensamientos más simples son profundamente conmovedores y fáciles de identificar. Por ejemplo, «Extrañaré su sonrisa» o «Nunca olvidaré la forma en que arrugaba la nariz cuando se reía». Siéntate, cuenta su historia desde tu perspectiva y escribe desde el corazón.